Para facilitar la compresión del tema y aclarar dudas recurrentes, haremos una pequeña introducción con algunos conceptos básicos.
¿Qué es la insuficiencia renal?
La Insuficiencia o Fallo Renal es una enfermedad que afecta a los riñones. Los pacientes que la padecen tienen problemas para eliminar sustancias de desecho de su organismo, que al acumularse resultan tóxicas (como la urea y el potasio).
Tipo de Fallas Renales
Insuficiencia Renal Aguda
Ocurre cuando los riñones dejan de filtrar la sangre de forma instantánea. Puede producirse a consecuencia de un envenenamiento con sustancias tóxicas -o medicamentos. Una pérdida significativa de sangre también puede traer consigo una falla renal aguda.
Si esta condición empeora, puede llegar a convertirse en una Insuficiencia Renal Crónica.
Insuficiencia Renal Crónica
Es el estado en el cual el fallo renal resulta irreversible. Cuando una persona es afectada por esta patología, se ve en la obligación de recurrir a terapias de reemplazo de las funciones renales, hasta que pueda practicársele un trasplante de riñón. Entre las técnicas más difundidas en este sentido se encuentra la Hemodiálisis.
¿Qué es la Hemodiálisis y cómo funciona?
La Hemodiálisis es un procedimiento mediante el cual se filtra la sangre de una persona con insuficiencia renal para limpiarla. El equipo utilizado para estos fines recibe el nombre de dializador o riñón artificial.
Para la ejecución de una hemodiálisis, el paciente debe contar con una vía de acceso vascular. Mediante esta, se extrae el exceso de agua en sangre y las sustancias contaminantes. Una vez que es filtrada y purificada, la sangre retorna al organismo. La vía más efectiva, duradera y con menor taza de complicaciones es la Fístula Arteriovenosa (FAV).
Durante el ejercicio, al paciente se le introducen dos conductos. Parte del flujo sanguíneo será desviado a través de uno de ellos hacia el riñón artificial, donde será filtrado. Posteriormente la sangre purificada es devuelta a la vena por el segundo conducto.
Como pudimos observar, una FAV es una conexión hecha intencionalmente por un cirujano entre una arteria y una vena. Normalmente se practica en el antebrazo de la mano que no utilizamos de forma asidua (el izquierdo de las personas derechas y viceversa).
Una vez realizada la operación, al paciente se le indicarán algunos ejercicios y deberá esperar algo de tiempo hasta que la fístula “madure”. Transcurridas de cuatro a seis semanas, estará en condiciones de utilizarse como vía de acceso para las hemodiálisis.
Fístula Arteriovenosa: Cuidados
Las FAV pueden traer complicaciones tales como infecciones, sangramientos o formación de coágulos, por lo que se deben tomar ciertas medidas para contrarrestarlas. Aunque la gran mayoría pasan por cuestiones de sentido común, siempre es bueno recordarlas:
- Evitar realizar esfuerzos y cargar pesos con el brazo de la fístula, especialmente luego de una hemodiálisis.
- En muchas ocasiones luego de realizada la hemodiálisis, se presenta un pequeño sangramiento. Se deben presionar levemente los apósitos sobre los puntos de acceso hasta que desaparezca.
- Se deben rotar lo más posible los sitios de acceso de las vías para evitar que las venas se debiliten y se formen aneurismas.
- No se deben utilizar ropas apretadas u otras prendas sobre la región de la fístula. Tampoco es recomendable dormir sobre ese brazo o apoyarse sobre él durante un período de tiempo prolongado.
- Se debe velar en todo momento por la correcta higienización de la zona. Síntomas como enrojecimiento, hinchazón, dolor o sangramientos pueden ser indicios de infección u obstrucciones. Ante esto, consulte de inmediato a su médico.