¿Qué son las várices?
Las varices, venas varicosas, o como se le suele llamar en términos médicos insuficiencia venosa crónica es una condición a la que pueden llegar las venas cuando se debilitan. Aunque cualquier persona puede sufrir este padecimiento, existe una alta predisposición hereditaria. Suele afectar en mayor medida a las mujeres, y se manifiestan sobre todo en las venas safenas de las piernas.
¿Qué son las venas safenas?
Son venas que se encuentran ubicadas en las extremidades inferiores. Se encuentran justo debajo de la piel, y su función es la de devolver la sangre al corazón para reoxigenarla.
Existen dos: la safena interna (que es la mayor) va desde el pie hasta la ingle, donde se conecta con la vena femoral. La más pequeña es la safena externa, que sube por la pantorrilla hasta la parte posterior de las rodillas.
Várices: síntomas de la insuficiencia venosa crónica
Cuando las venas se debilitan, suelen ensancharse, lo que dificulta el flujo adecuado de la sangre. Las venas safenas poseen unas válvulas que estimulan el flujo sanguíneo hacia el corazón, yendo contra la gravedad. Si estas se ensanchan, las válvulas no podrán cumplir bien su función, y la sangre se acumulará en las piernas, empeorando la condición con el tiempo.
Entre los principales síntomas que indican la existencia de esta condición se encuentran:
- Venas más gruesas de lo normal, visibles a flor de piel que pueden llegar a curvarse.
- Piernas adoloridas, calambres e hinchazón (edemas).
- Sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
- Pérdida de sensibilidad, calor, escozor.
- Formación de coágulos (varicotrombosis).
En etapas avanzadas, pueden aparecer úlceras varicosas (grave), sangramientos y ocurrir cambios de coloración en la piel (dermatitis ocre).
Esta cirugía puede realizarse tanto por cuestiones médicas como estéticas, aunque la media general es una combinación de ambas. Según el caso y las condiciones del paciente, puede ser sedado con anestesia local o general.
Durante la operación pueden extraerse segmentos o venas completas, siendo conocidos los procedimientos como Safenectomía Parcial o Total. Igualmente, pueden extirparse las venas safenas de una o ambas piernas (Safenectomía Bilateral).
Los resultados de la aplicación de una Safenectomía en pacientes con várices son varios y pueden apreciarse en poco tiempo. Las piernas vuelven a lucir un aspecto saludable y se eliminan las molestias y síntomas asociados. Además, se previenen otras complicaciones como la formación de coágulos y úlceras varicosas.
¿Cómo se sacan las várices?
El cirujano practica pequeñas incisiones de acceso sobre la vena afectada, a la altura de la ingle y el tobillo o rodilla según corresponda. La vena es sellada y luego se corta. De esta forma se evita que ocurra algún sangramiento.
Hecho esto, se introduce un cable delgado llamado fleboextractor, el cual se utiliza para extirpar las venas varicosas. Durante el procedimiento, otras venas pequeñas adyacentes también pueden ser retiradas.
Luego el cirujano cierra las vías de acceso practicadas, se limpia la zona operada y se colocan apósitos y un vendaje ascendente. En los próximos días, el vendaje será reemplazado por una media de compresión.
¿Cuánto dura una Safenectomía?
La cirugía demora en torno a una hora/hora y media, según la complejidad del caso, y si se interviene una o ambas piernas.
Cirugía de várices: Cuidados y Recuperación
La recuperación de esta cirugía suele ser muy rápida, y el paciente puede ser dado de alta a las pocas horas de ser operado. Sin embargo, existen varios factores a los que se les debe dar atención y es importante conocerlos. Durante las dos, máximo tres semanas luego de la operación, pueden aparecer/persistir algunos síntomas, como son:
- Pequeños sangrados al caminar activamente.
- Hematomas y cambios de coloración de la piel.
- Rigidez o cambios sensitivos.
- Dolores musculares leves.
- Calor en la zona operada.
Todos estos síntomas son normales, y desaparecen con el paso de las primeras semanas. Entre los siguientes catorce a veintiún días ya te encontrarás completamente recuperada(o).
Aquí algunos cuidados que puedes considerar y que seguramente te serán indicados:
- Mantener una adecuada higiene de la región operada.
- Aplicar los medicamentos indicados en la zona (antisépticos) o consumirlos por vía oral (analgésicos, antibióticos).
- Medias compresoras: pasados uno o dos días de la intervención, los vendajes serán sustituidos por estas. Deberás utilizarlas por un período de dos a cuatro semanas para favorecer tu recuperación.
- Siempre que puedas, coloca tus piernas en posición elevada para facilitar la circulación (de quince a treinta minutos). También puedes utilizar algo de hielo.
- Con respecto a la dieta, simplemente que sea balanceada. Priorizar las proteínas te ayudará a regenerarte con mayor rapidez.
Mantente en contacto con tu médico durante el período de recuperación para chequear tus avances. Sus cuidados y recomendaciones te ayudarán a sanar en un menor plazo.